Rivera se Mantiene Fiel a su​ Nombre y Raíces

By Victor Munoz

Ya que estamos en el Mes de la Herencia Hispana, es natural, que como editor deportivo del CSUDH Bulletin, y persona de ascendencia hispana, mis pensamientos se hayan desviado hacia el hecho que un gran porcentaje de nuestros atletas son Hispanos.

Y ningún deporte es tan importante para a la cultura hispana como lo es el fútbol. A Inglaterra (¡que ya ni siquiera es un país!) le gustan presumir de que creó el fútbol, ​​pero indudablemente ninguna región del mundo lo vive con la pasión que la viven las regiones hispanohablantes (y sí, Brasil, sabemos que el portugués es lo tuyo, pero en términos de fútbol, ​​eres tan hispano como el resto de nosotros).

Como escribió Stefan Rinke en 2006, el fútbol es la última pasión real en América Latina, algo que al menos un miembro del equipo masculino de CSUDH 2018 cree también.

“Todos en mi familia juegan al fútbol,” dijo Roberto Carlos Rivera, un estudiante de primer año. “El fútbol rodea nuestras vidas.”

Obviamente, Rivera no es el único jugador con raíces familiares en suelo mexicano, centroamericano o sudamericano. Un breve vistazo a las listas del equipo masculino y femenino de este año sugiere que al menos dos docenas de sus jugadores podrían decir lo mismo. Pero, ¿cuántos fueron nombrados como una leyenda del fútbol, como Rivera? Al que su padre le dio el nombre de la leyenda del fútbol brasileño Roberto Carlos da Silva Rocha, quien cosecho 21 títulos, incluyendo una Copa del Mundo; tres Ligas de la Champions y cuatro Campeonatos de la Liga Española.

Ahora, Rivera buscar seguir sus pasos, al igual que los de su abuelo que jugo al nivel profesional en Guatemala.

“[Como jugador de fútbol] quiero llegar a la cima,” dijo Rivera, quien es titular esta temporada para CSUDH. “Estoy trabajando duro todos los días para llegar al nivel profesional.”

Rivera estaba al borde de representar al equipo nacional de Guatemala, pero en octubre de 2016, la FIFA suspendió a Guatemala de actividades internacionales.

Decepcionado por no poder representar a Guatemala, Rivera dijo que su sueño de convertirse en un profesional sigue intacto. Pero anteriormente, el fútbol era un mecanismo para que el joven Rivera evitara los peligros de crecer en Gardena.

“El fútbol me mantuvo alejado de los peligros y actividades que existen en mi barrio,” dijo Rivera.

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El estudiante de primer año Roberto Carlos Rivera es el segundo en minutos jugado para el equipo de fútbol masculino de Toro. | Foto cortesía de gotoros.com.

En su temporada de novato en CSUDH, Rivera ha acumulado 1,043 minutos de juego. Rivera ha jugado noventa minutos en diez partidos consecutivos y ha completado 11 de los 12 partidos de CSUDH. A pesar de que ha estado jugando muchos minutos en su primer año, Rivera no se conforma, pues sabe que le queda mucho trabajo para alcanzar su objetivo de convertirse en profesional.

“Se siente muy bien jugar tanto a nivel colegial,” dijo Rivera. “Pero voy a seguir trabajando duro porque nunca estoy satisfecho. Siempre hay espacio para aprender y crecer .”

Rivera dijo que debe su éxito a sus padres porque ellos lo introdujeron al fútbol y siempre lo han apoyado a lo largo de los años.

“Mis padres lo han dado todo por mí y por el fútbol,” dijo Rivera. “A veces, mis padres priorizaban mis eventos sobre los de mis hermanos, ya que veían que yo me he tomado el fútbol muy en serio.”

Además, Rivera dijo que gracias a que heredó de sus padres la pasión por el fútbol, hoy está estudiando ciencias de la computación.

“Soy muy consciente de que, si puedo ser profesional, puede o no ser lo que me establezca para mi jubilación,” dijo Rivera. “Y con eso estoy más que agradecido de estudiar en una escuela como CSUDH y hacer algo más que también me gusta hacer.”